Artículo publicado en la revista digital Respostes.cat.
Trini Tinturé, ilustradora y dibujante de cómics es conocida por su personaje Emma es encantadora, todo un referente de la historieta femenina para adolescentes y jóvenes. Durante una visita que le hice con otras dos admiradoras suyas descubrí una faceta de la artista que desconocía: la de ilustradora de postales de Navidad. En este artículo recupero lo que nos explicó sobre su trabajo en este campo y ofrezco algunas imágenes de sus christmas.
La segunda vez que visité a Trini Tinturé me recibió
con la misma cordialidad que la primera vez, cuando la conocí. Me acompañaban
la joven ilustradora Laia Codina y Bertha Fernández Lorca, una gran aficionada
al cómic femenino. Nuestra anfitriona nos acogió a las tres con una gran sonrisa
y con la mesa puesta donde nos esperaba, como ya es habitual, una deliciosa merienda. Muy cerca, un atril nos dejaba ver varios dibujos de la artista que,
después de cinco décadas, todavía sigue en activo. Instalada en Barcelona desde muy
joven, Trini Tinturé comenzó a dibujar cómic en los años 60, justo en el
momento en que este campo iniciaba un potente despegue.
Tomando una infusión, la ilustradora nos habló de sus
inicios en Lleida, donde nació y donde descubrió su vocación. Nos explicó cómo
fueron sus primeros encargos en Barcelona, ciudad donde se estableció y donde
se desarrolló profesionalmente. Según nos dijo, su experiencia a lo largo de
todos estos años fue excelente "si tuviera que volver atrás lo volvería
a hacer todo igual".
A mis compañeras y a mí el tiempo nos pasó volando,
abstraídas como estábamos por todo lo que nos contaba nuestra anfitriona. Pero
como sabíamos que el cómic no es su único ámbito creativo, no quisimos dejar
pasar la oportunidad de que nos mostrara algunas de sus creaciones. Fue entonces
cuando descubrimos una de sus obras más entrañables: las postales de Navidad.
El tema nos interesaba especialmente porque Laia Codina acababa de escribir una
entrada en su blog (cucatraca.blogspot.com.es) recordando el tiempo en que en la
escuela intercambiábamos christmas.
Trini Tinturé nos sorprendió al explicarnos que
nunca llegó a comercializar sus postales navideñas. "Las hacía porque
quería. Yo siempre dibujaba unos pastorcillos, el niño Jesús, la virgen ...
nada formal. Pero no con intención de venderla sino para regalar a
familiares y amigos. Lo hacía como explica que lo hacía Laia en su blog.
Pintaba los dibujos uno a uno, a mano. Más adelante me propusieron hacer postales.
De hecho, tuve varias propuestas pero entonces yo estaba haciendo Alicia en el
país de las maravillas, para la serie Joyas Literarias de Editorial Bruguera.
Fue a mediados de los 70 más o menos. Yo dije que sí a Busquets, empresa bien
conocida por sus postales, porque me gustaba mucho como trabajaban y era una
gente muy amable y profesional, pero finalmente no encontré tiempo para hacerlo".
Mientras nos enseñaba los christmas que guarda en
casa, nos comentó que hizo un par para La Cubana, ya que a los miembros de la compañía teatral les gustaron sus dibujos y se los encargaron. "No he hecho nunca una
exposición," nos aseguró al preguntarle si había pensado en mostrarlas al
público, "ni de ilustraciones, ni de postales. Las dibujo porque me gusta
hacerlo. Siempre lo he hecho. Esta, por ejemplo, es del año pasado. Me gustan los
motivos de cada época del año, que sean bien visibles y que se reconozcan los
símbolos propios de cada tradición. Aquel encanto que tenía la Navidad
siento que se ha perdido. Antes, los días previos a las fiestas navideñas
eran mágicos, los esperábamos con mucha expectación. Yo intento reflejar todo
esto en mi estilo: la ilusión, la magia, la ternura ... Y sé que la gente busca
postales tiernas y no las encuentra". Entonces se dirige a la joven
ilustradora que nos acompaña: "Laia, toma nota de esto, porque a mí me lo
piden a menudo y me dicen que todo lo que se hace ahora es frío. Y creo que
tienen razón. Ese tipo de dibujo también se ha perdido y se debería recuperar.
No puede ser que se pierda ".
Y así, embelesadas contemplando las postales de
Trini Tinturé volvimos a sentir la emoción que experimentábamos de niñas con
los dibujos de Constanza, Vernet o Ferrándiz. Envueltas por esta sensación, nos
costó bastante despedirnos de la artista. Finalmente lo hicimos con la seguridad
de que la próxima vez que nos encontremos con ella nos recibirá igual de afable y
encantadora que siempre.
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